Viajes a Taiwán: en busca de patrones en el arte y la naturaleza

Hay varias buenas razones por las que los portugueses llamaban a Taiwán "Formosa", la Isla Hermosa: exuberantes y onduladas colinas verdes gracias a su clima marino tropical; aguas brillantes que producen una gran cantidad de mariscos; un templo hermosamente decorado en cada esquina y santuarios incluso en el callejón más pequeño.

Los chinos Han se establecieron en Taiwán durante la dinastía Qing, sumándose a la mezcla de cultura aborigen y japonesa (y holandesa y portuguesa) que ya estaba presente allí.

Tuve la suerte de presenciar la influencia directa de la naturaleza en el arte y la arquitectura de esta encantadora isla. Por más estilizadas y pintadas de colores vivos que estén las fachadas de los edificios, se puede apreciar que sus formas se inspiraron en las vides y flores autóctonas de la zona.